Lo terrible, lo bonito, lo extraño, lo tecnológico, lo artificial, lo natural... cada cosa que se encuentra es susceptible de convertirse en una naturaleza muerta. En este caso, como juego conceptual e irónico, todas estas cosas están muertas: el cochinillo plastificado, el pájaro que no aprendió a volar, mi antiguo ordenador y las algas atrapadas en la bajamar.
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